Cuando el cachorro llega a casa por primera vez es importante que se sienta libre para explorar su nuevo hogar. Si se muestra receloso al principio háblale con dulzura, da muy buenos resultados para que coja confianza.
Los objetos mínimos que necesitarás para tu nuevo fiel amigo serán: un plato para la comida, un bebedero para el agua, un cepillo, una manta o cesto para dormir, algún juguete, un collar y una correa.
El cachorro, como un bebé, necesita muchas horas de sueño, enséñale su lugar de descanso, un cesto o camita especial para perros con algún objeto que le dé confianza para que se vaya acostumbrando a su sitio.
Hay que tener en cuenta que al principio todo le resultará extraño, ya no están sus hermanos ni su madre y se sentirá algo desorientado, es una actitud muy normal durante los primeros días de adaptación, verás que pronto volverá a mostrar su carácter alegre y juguetón, propio de un cachorro.
Para la comida y bebida, al igual que en la zona de descanso, deberá tener un lugar reservado en la casa. El bebedero deberá estar siempre lleno de agua limpia y fresca y la comida se le pondrá a las horas que le corresponda.
El buen desarrollo del cachorro, tan físico como psíquico, dependerá mucho del trato y del entorno que le rodee, por ello, cuanto más armonioso sea su crecimiento más equilibrado será de adulto, y como consecuencia te sentirás más satisfecho. Este tipo de relación hará que se cree un vínculo de confianza entre tu perro y tú, un vínculo muy importante para su buena educación.
La alimentación canina, la higiene y la educación canina son muy importantes para que nuestro nuevo amigo crezca saludable, así que los dejaremos estos temas para explicarlos más extensamente en nuestra próxima publicación.
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