El adiestramiento canino es todo un arte, donde el adiestrador toma el liderazgo, utiliza las técnicas más adecuadas según el perro y la ocasión. T, y tras dar una orden el perro responderá de forma concreta ante una situación. La finalidad es que ambos, el adiestrador y el perro, formen un equipo, creando un vínculo basado en la confianza y complicidad pero siempre al mando del adiestrador.
Dedicarse al adiestramiento canino es el sueño de muchas personas, sobre todo aquellas que disfrutan mucho en compañía de los animales y especialmente de los perros. Este suele ser un aspecto motivador y actualmente hay muchas disciplinas para poder dedicarse al mundo animal o canino. Una de ellas es convertirse en adiestrador, donde el juego, pasión y coraje (JPC) son pilares fundamentales para aprender esta disciplina tan enriquecedora y a la vez fascinante en la que nunca dejas de aprender y de disfrutar.
JPC, es decir: juego, pasión y coraje, es la filosofía de nuestro centro canino Los Guardianes. Por ello queremos explicarte por qué estas tres actitudes son importantes y lo que significan para nosotros, ya que creemos que son fundamentales para el arte del adiestramiento canino.
Jugar, la mejor forma de crear confianza y equipo con el perro
Jugar con el perro es una parte muy importante dentro de la enseñanza canina, crea vínculos emocionales muy arraigados. A través del juego el perro confiará mucho más en ti. Practicar los ejercicios y técnicas de forma amena hará que tú y tu perro paséis un buen rato juntos y aprendáis de forma mucho más rápida.
Piensa que la motivación que se desprende mientras se juega es bidireccional, es decir, que el perro absorbe las ganas y la energía que desprendes y viceversa. De esta forma, los dos adquirís nuevas destrezas con fluidez y facilidad.
Si nos paramos a pensar, desde pequeños aprendemos a través del juego y es exactamente lo que pasa cuando realizamos ejercicios de educación canina con los perros, a través de prueba y ensayo y practicando de forma divertida se memoriza y se aprende mucho más deprisa y de forma duradera.
Recuerda que siempre debes ser tú el líder, tú ordenas y él obedece. Si unimos disciplina y diversión siempre obtendremos mejores resultados.
Pasión por la educación y el mundo de los perros
La pasión por el mundo canino es esencial para ser un buen adiestrador canino, ya que estás todo el tiempo en contacto con perros y debes saber y tener interés por todo lo que envuelve su mundo.
Por lo tanto debe ser algo que realmente te apasione y te guste hacer, no es una tarea fácil ya que hay que tener mucha paciencia, persistencia y saber gestionar bien la frustración. Te encontrarás muchas situaciones complicadas, como por ejemplo ejercicios que cuestan de aprender, para ello debes ser comprensivo y seguir adelante con ilusión. La verdad es que siempre se acaba aprendiendo así que, ¿para qué ponerse nervioso? Hay situaciones y ejercicios que requieren más tiempo y repeticiones, cuanto más tensos nos pongamos más se complica todo y transmitimos malas energías, así que la actitud es muy importante. ¡Transmite pasión con lo que haces siempre y conseguirás resultados asombrosos!
Además, si eres adiestrador o deseas realizar un curso de adiestrador canino debes ser consciente de que deberás tratar con clientes, personas que deberán aprender los ejercicios junto al perro. Es muy importante tener sensibilidad para hablar con ellos ya que no están acostumbrados y muchos tienen manías que deben corregir. Estimular el aprendizaje premiando y valorando los méritos de los demás es fundamental.
La pasión de ser adiestrador canino se contagia, así que no dejes de sentirla cuando trates con los dueños de los perros y sé el canal motivador del aprendizaje. Es muy enriquecedor cuando ves que el dueño y el perro van al mismo ritmo y mejoran su convivencia.
Coraje para enfrentarte y autosuperarte
El coraje es el valor, energía y voluntad que ponemos para afrontar situaciones difíciles o adversas. Eso es exactamente de lo que hemos estado hablando, hay que tener valentía para adiestrar perros que tienen problemas de conducta, puede ser peligroso y debes tener mucha autoconfianza además de aplomo.
La energía es fundamental para poder estar realizando los ejercicios una y otra vez sin perder el entusiasmo y la motivación, ya sea con los perros o con los dueños de los perros. A veces puede ser agotador por las repeticiones de ejercicios o situaciones que se complican, pero para ello debemos reflexionar si es mejor dejarlo para otro día (si no disponemos de suficiente energía el perro lo nota y es contraproducente). Otra opción es darle una nueva perspectiva y cambiar de metodología para darle otro aire, a veces con pequeños cambios la situación se transforma en una gran oportunidad.
Y, por último, la voluntad, la capacidad de esforzarte lo necesario para que la educación sea un éxito. Muchas veces hay que probar diferentes técnicas hasta que das con la apropiada, tanto para el perro como para su dueño, ya que cada uno de ellos es diferente y todo no funciona igual para todos. Tú debes ser quien encuentre las mejores técnicas para solucionar problemas o situaciones complejas y eso mismo te motivará para seguir adelante. El poder ayudar en la convivencia a dueños y perros es la mayor recompensa que un adiestrador puede tener.
Esperamos haberos enseñado un poco más sobre la belleza de este arte y haberos contagiado un poco de nuestra pasión: las ganas de jugar para aprender siempre más y el coraje de ser un profesional del adiestramiento canino.
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